A una hora en avioneta de Medellín nos encontramos este pequeño paraíso de biodiversidad en Colombia el que el pacifico y la selva se unen.
Esta escapada o disfrute es solo apta para aquellos viajeros que no buscan: museos, ruinas antiguas para visitar. Viajeros a los que no les asusta la ausencia de asfalto y que disfrutan de la naturaleza en su estado más salvaje.
Los viajeros pueden convivir en su estancia con poblaciones autóctonas, con ellos podrán recorrer los distintos senderos que parten desde su aldea en lo alto del río. Tendrán también la oportunidad de realizar talleres de telares y así aprender la tejeduría de chaquira. cestería en wérregue y aprender a tallar madera.
Un lugar étnicamente diverso.
Aunque inicialmente los emberá eran los únicos habitantes, día a día va creciendo el número de otras etnias, en sus villas podremos encontrar afrocolombianos, amerindios y población mestiza.
Biodiversidad en el parque nacional Ensenada de Utría
Lo que hace especial a Nuquí son sus distintos ecosistemas. Si viajas de julio a noviembre disfrutarás de las yubartas o ballenas jorobadas, que vienen a aparearse cada año a pocos kilómetros de la ciudad, en la Ensenada de Utría
En sus playas hay paisajes cambiantes y multitud de animales.
Si algo caracteriza a sus playas son lo cambiantes que son en función de la marea, a ellas van a desovar puntuales las tortugas entre las que destacan:
- Las Canal
- Caguama
- Y las Carey.
Si queremos tener opción a verlas habrá que madrugar o trasnochar ya que utilizan las horas de poca luz para salir del cascarón y regresar al mar.
Si vemos la arena roja y en movimiento constante a pesar de no haber viento, será a causa del cangrejo carretero rojo, que ocupa playas entera
Nuquí y la selva
Selva adentro podemos encontrar:
- Jaguares aunque normalmente hay que conformarse con observar a un Perezosos colgado de su árbol
- Iguanas.
- Rana dardo arlequín aunque para verla será necesaria una caminata de más de cuatro horas adentrándonos en la selva.
Nuquí dónde dormir
Se puede visitar y pernoctar dentro de la comunidad indígena Embera Dobida de Bocas de Jagua. Esta comunidad esta ubicada en el río Chorí, a 45 minutos río arriba desde la costa.
Cuenta con pequeñas cabañas que forman la eco-aldea de Kipará Té
Nuquimar un pequeño hotel de turismo ecológico situado junto a las playas de Guachalito, en el Pacífico.
Podrás elegir entre las habitaciones con vistas a zonas verdes o al mar.
En el Valle en el Ecolodge El Almejal, donde al caer la noche las lámparas proyectan las sombras de los murciélagos . Antes y situados en el puente sobre el río descubrirás cómo brillan realmente las estrellas.