Armenia en octubre

Armenia se viste de gala en octubre

Con la llegada del final del verano, termina una de las sesiones más activas para los viajes turísticos. Pero no todo el mundo puede o quiere viajar durante esta época. Algunos, por desgracia, tienen que adaptarse a las vacaciones del trabajo, que no siempre coinciden con la época estival. Otros, simplemente, prefieren esquivar el calor y las multitudes del verano y buscar otras fechas para salir de aventuras.

Sea cual sea la razón, con la llegada del octubre hay un destino turístico de ensueño perfecto para este mes: Armenia.

Este pequeño pero encantador país está localizado en la región del Cáucaso, en la frontera que divide Europa y Asia. Tiene una amplia y rica historia y cultura y algunos de los parajes naturales más hermosos y extraordinarios que visitarás jamás. El horizonte del país está dominado por el Monte Ararat, considerado un símbolo nacional de Armenia (aunque se encuentra en territorio turco, a unos 30 kilómetros de la frontera con este país).

Con su gran cantidad de bellezas naturales, sus impresionantes monasterios y la calidez de su gente, Armenia es un destino imperdible para este otoño.

Armenia en octubre

Armenia en octubre

Octubre es el mes en el que el otoño entra con fuerza en Armenia. Tras pasar las altas temperaturas y la humedad del verano, el clima se vuelve más seco y fresco, sin ser tan frío como en meses posteriores. Aunque se pueden esperar algunas lloviznas, con empacar una chaqueta ligera y un jersey es suficiente.

En octubre, Armenia se llena de colores brillantes, con sus bosques, parques y calles vistiéndose de gala y los tonos rojizos y dorados gobernando el lugar.

El otoño es también la época perfecta para disfrutar de los deliciosos vinos que ofrece este país; una gran colección de vinos rojos y blancos, secos y dulces, siguiendo una tradición milenaria y años de perfeccionamiento de sus técnicas de cultivo y preparación. Precisamente, a principios de octubre se celebra un popular festival vinícola en el que participan viñedos y productores de todo el país.

Qué visitar en Armenia

Armenia en octubre

Armenia tiene algo que ofrecer para cada tipo de visitante. La capital, Ereván, es una de las ciudades más antiguas del mundo. Hay una multitud de sitios que merecen ser visitados, como la Plaza de la República, el Teatro Nacional de Ópera y Ballet y el Parque Victoria. En sus calles, podrás indagar en pequeños bazares plagados de tesoros que parecen haber salido de otra época. Además, podrás encontrar muchos restaurantes y puestos en los que probar algunos de los deliciosos platos típicos del país, como el shish kebab, el lavash o el sucuk. La ciudad cuenta también con algunos museos y galería de arte dignas de ser visitadas, especialmente el Museo de Historia y la Galería Nacional.

En cuanto a los espacios naturales, no puedes dejar de visitar el lago Kari. Este enorme lago te quitará el aliento, con su azul puro que rivaliza con el del cielo. También son dignos de mención la Reserva de Shikahogh, en el sureste, con sus más de 1100 especies de plantas, y el bosque mixto del Cáucaso, que se extiende también por Rusia, Georgia, Turquía y Azerbaiyán.

Mención especial merecen la multitud de monasterios que se pueden encontrar en Armenia que, además, suelen encontrarse en parajes naturales extraordinariamente bellos. Así tenemos Saghmosavankel, el monasterio de los salmos, situado en el valle de Kasakh y con una preciosa vista sobre su cañón. También el monasterio de Haghpat, obra maestra de la arquitectura religiosa y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Y el complejo monástico de Tatev, por nombrar otro; un monasterio fundado en el siglo IV por el que pasaron innumerables teólogos, artistas y músicos.

Otros sitios declarados Patrimonio de la Humanidad y que merecen ser visitados son la catedral de Ejmiatsin, el yacimiento arqueológico de Zvartnots y el monasterio de Geghard.

Armenia en familia

Armenia en octubre

Armenia en octubre es un lugar fantástico para visitar en familia y compartir experiencias y memorias que durarán toda la vida.

En Ereván, uno de los monumentos más visitados es la Cascada; una enorme escalera que conecta el centro de la ciudad con la zona residencial. Con su original y sugerente arquitectura, sus inusuales estatuas y sus preciosos parques, parece salido de un cuento de hadas y hará las delicias de grandes y pequeños. También en la ciudad se encuentra el Parque Victoria. Aquí, puedes relajarte en el café y visitando el museo de la guerra mientras los más pequeños se divierten en las coloridas atracciones.

Y, si estáis cansados de pasear y de absorber cultura, también podéis disfrutar de un sinnúmero de actividades al aire libre. Por ejemplo, paseos en barco o catamarán en preciosos lagos, o a caballo y bicicleta a través de hermosos valles y frondosos bosques. Y, para terminar, nada mejor que un viaje en globo en familia, para observar todo lo que este maravilloso país ofrece a vista de águila.

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