Marruecos es un país de contrastes, en el que el pasado se mezcla con el presente y zonas áridas y desérticas cohabitan con preciosos espacios verdes (e, incluso, con la nieve que se puede encontrar en las altitudes). Con su reconocida gastronomía, sus maravillosas playas y dunas y las bulliciosas calles de sus ciudades, Marruecos no deja indiferente a nadie. Un viaje a Marruecos es una experiencia que te acompañará el resto de tu vida. Quien lo visita una vez, suele repetir.
Si vas a viajar a Marruecos, aquí tienes cinco lugares que no deberías perderte :
Alto Atlas
Con sus más de 2400 kilómetros de extensión, la cordillera del Atlas se expande a lo largo de Túnez, Argelia y Marruecos. En el Alto Atlas, la parte de esta cordillera que recorre Marruecos a lo largo de su costa, se encuentra Toubkal, la montaña más alta del norte de África. Aparte de las impresionantes vistas a lo largo de las diferentes rutas que lo recorren, el Alto Atlas ofrece actividades al aire libre para mayores y pequeños.
En las laderas de la cordillera también se pueden encontrar parajes impresionantes que merecen ser visitados, como el verde valle de Imlil o la preciosa ciudad fortificada de Ait Ben Hadu. En esta última se han rodado decenas de películas y series como Lawrence de Arabia, Gladiator, Alejandro Magno y Juego de Tronos.
Casablanca
Casablanca es una de las ciudades más conocidas del norte de África, gracias a la famosa películas de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, y es una parada obligatoria en cualquier viaje a Marruecos. Hoy día, la ciudad más grande de Marruecos combina el encanto de aquellos tiempos con las comodidades de una ciudad moderna.
El puerto de Casablanca es uno de los mayores puertos artificiales del mundo, y cuenta con la tecnología más avanzada y un constante flujo de lujosos yates. En contraste, la parte antigua de la ciudad, con su preciosa arquitectura morisca y su multitud de bazares y cafés, te transportará a otra época.
Playa de Lagzira
Entre las ciudades de Tiznit y Sidi Ifni se encuentra Lagzira, una de las playas más bellas de Marruecos. Su principal atractivo son los enormes arcos de piedra esculpidos por el mar y el viento, que hace que sientas que estás visitando un paraje mágico. Estos arcos, de un fuerte color rojo, ofrecen un espectáculo inolvidable, especialmente durante el amanecer y la puesta de sol. Un lugar único en el que relajarse sobre su fina arena y escapar del turismo masivo que ocupa otras zonas del país.
Y, si eres un amante del deporte, aquí también encontrarás una gran comunidad de entusiastas del surf y el parapente.
Erg Chebbi
Situado en el desierto del Sáhara, este impresionante mar de dunas es uno de los enclaves favoritos de los turistas que hacen un viaje a Marruecos. Un sitio ideal en el que disfrutar de un paseo en dromedario, cruzando los pintorescos poblados bereberes y los oasis que lo pueblan.
Es especialmente recomendable pasar la noche en una jaima en mitad del desierto. Aquí, a kilómetros de la civilización y la contaminación lumínica, podrás disfrutar de un cielo estrellado como nunca lo has visto; el mismo cielo que tantos nómadas han contemplado a lo largo de los años.
Marrakech
Marrakech es una ciudad que nunca duerme, y un lugar fenomenal en el que vivir una aventura en el norte de África. Puedes volver a visitarla una y otra vez, y siempre encontrarás algo nuevo y vivirás nuevas y fascinantes aventuras. Al igual que Casablanca, es una ciudad de grandes contrastes. Desde la medina en la parte antigua de la ciudad, con sus laberínticos zocos plagado de tesoros, hasta los sofisticados centros turísticos, Marrakech tiene algo que ofrecer para cada tipo de viajero.
Entre las principales atracciones a disfrutar en la ciudad se encuentran los innumerables baños turcos, el impresionante Palacio El Badi (construido a finales del siglo XVI), la Madrasa de Ben Youssef y el Jardín Botánico Majorelle. Una de las mejores ciudades del mundo para perderte y descubrir algo nuevo a la vuelta de cada esquina, y una ciudad inmejorable en la que terminar tu viaje a Marruecos.